Alguna vez, todos hemos pensamos aquello de "y si en vez de hacer [inserta aquí aquello que querrías cambiar] hubiera hecho [inserta aquí la opción que desechaste]". Estaría bien que la vida fuera como aquellos libros de nuestra adolescencia, los de "Elige tu propia aventura", en los que te daban a elegir dos posibilidades de continuar el libro y si no acababa bien, siempre podías volver atrás y elegir otra opción.
Pero no, esto es la vida y no puedes volver atrás a cambiar si no te gusta a donde has llegado. Y tampoco te puedes poner a pensar que hubiera pasado si en vez de elegir A hubieras elegido B, porque no se sabe. Puede ser que la no elección te hubiera llevado a algo peor. Nunca se puede saber.
Mi Santa, como casi todos los que tenemos la suerte de tener trabajo, está pasando por una época de "incertidumbre laboral" por así decirlo. Y le ha dado por pensar si hizo bien cuando se cambió de trabajo hace ya unos cuantos años.
En aquel trabajo tenía muchas posibilidades de ascender y ganar más dinero que en el que está ahora. Pero en cambio, tenía que renunciar a otras cosas. Aquel trabajo exigía mucho. Recuerdo que los primeros años de casados y de la peque mayor, su horario era un auténtico infierno.
Entraba pronto a trabajar y no sabía a que hora iba a salir, incluidos los fines de semana. Y no es que tuviera picos malos de trabajo. Por lo general, esa era la constante.
Recuerdo que había días en los que intentaba mantener a la peque mayor despierta para que pudiera verla. O fines de semana en los que me bajaba a pasearla con el carrito mientras ella terminaba el trabajo en casa.
Así que llegó un día en el que decidimos que eso no podía seguir así y consiguió un trabajo con mucha más flexibilidad horaria. No nos engañemos, sigue currando un montón pero no como en aquella época.
Cuando estos días me ha dicho que a lo mejor hizo mal en cambiar de trabajo, yo le recuerdo que si hubiéramos continuado allí, lo más probable es que no tendríamos entre nosotros a la peque mediana y casi seguro, a la peque bebé. Con aquel trabajo era imposible tener familia (mucho menos numerosa). Y a LAS que la tenían, le mostraban sutilmente (o a veces, no tan sutil) la puerta de salida. (¿¿¿conciliaqué???).
Así que he decidido, hacer una nueva entrega de Música Para Mi Santa, para recordarle que cuando ella no está, me equivocó cada medio segundo. Cuando ella no está, estamos esperando a que vuelva.
Pero no, esto es la vida y no puedes volver atrás a cambiar si no te gusta a donde has llegado. Y tampoco te puedes poner a pensar que hubiera pasado si en vez de elegir A hubieras elegido B, porque no se sabe. Puede ser que la no elección te hubiera llevado a algo peor. Nunca se puede saber.
Mi Santa, como casi todos los que tenemos la suerte de tener trabajo, está pasando por una época de "incertidumbre laboral" por así decirlo. Y le ha dado por pensar si hizo bien cuando se cambió de trabajo hace ya unos cuantos años.
En aquel trabajo tenía muchas posibilidades de ascender y ganar más dinero que en el que está ahora. Pero en cambio, tenía que renunciar a otras cosas. Aquel trabajo exigía mucho. Recuerdo que los primeros años de casados y de la peque mayor, su horario era un auténtico infierno.
Entraba pronto a trabajar y no sabía a que hora iba a salir, incluidos los fines de semana. Y no es que tuviera picos malos de trabajo. Por lo general, esa era la constante.
Recuerdo que había días en los que intentaba mantener a la peque mayor despierta para que pudiera verla. O fines de semana en los que me bajaba a pasearla con el carrito mientras ella terminaba el trabajo en casa.
Así que llegó un día en el que decidimos que eso no podía seguir así y consiguió un trabajo con mucha más flexibilidad horaria. No nos engañemos, sigue currando un montón pero no como en aquella época.
Cuando estos días me ha dicho que a lo mejor hizo mal en cambiar de trabajo, yo le recuerdo que si hubiéramos continuado allí, lo más probable es que no tendríamos entre nosotros a la peque mediana y casi seguro, a la peque bebé. Con aquel trabajo era imposible tener familia (mucho menos numerosa). Y a LAS que la tenían, le mostraban sutilmente (o a veces, no tan sutil) la puerta de salida. (¿¿¿conciliaqué???).
Así que he decidido, hacer una nueva entrega de Música Para Mi Santa, para recordarle que cuando ella no está, me equivocó cada medio segundo. Cuando ella no está, estamos esperando a que vuelva.
La letra:
Cuando no estás
o me encuentro en otro lugar del mundo
cuando no estás
me equivoco cada medio segundo
cuando no estás
la soledad me aconseja mal.
Cuando no estás
no se abre el paracaídas y salto igual
y me pierdo en habitaciones vacías
cuando no estás,
cuando no estás conmigo.
Cuando no estás
la casa vacía pregunta cuándo volverás
y escribo versos crueles conmigo.
Cuando no estás,
estoy esperando que vuelvas.
Cuando no estás
me paso el día contando minutos
cuando no estás
o me pierdo en un laberinto oscuro.
cuando no estás
la soledad me aconseja mal.
Cuando no estás
la casa vacía pregunta cuándo volverás
y escribo versos un poco crueles conmigo
cuando no estás
estoy esperando que vuelvas.
Cuando no estás
la casa vacía pregunta cuándo volverás
y escribo versos crueles conmigo,
cuando no estás,
estoy esperando que vuelvas.
Cuando no estás
solo espero verte llegar por esa puerta
lo que ocurre cuando vuelves, que te quiero más
estoy esperando que vuelvas.
Cuando no estás conmigo,
cuando no estás conmigo,
cuando no estás conmigo.
Recordaba a Calamaro diferente 😜
ResponderEliminarYo a veces también pienso en hubiera pasado si hubiera hecho otra cosa. Creo que es congénere al hombre.
Sí, es verdad que es raro ver a Calamaro tan "femenino", pero más allá del vídeo, la canción es muy buena. Y efectivamente, todos alguna vez hemos pensado "Y si...".
EliminarGracias por pasarte y comentar.