Ya tenemos la Navidad a la vuelta de la esquina. Y todos sabemos que llega con esta época:
- Las cenas de empresa y aguantar “contentillo” al jefe contándote lo “mal” que va todo y que el año que viene tampoco habrá subida.
- Comprar todos los décimos o participaciones de lotería que te ofrezcan. Y no porque te vayan a sacar de pobre, si no que las compras por si le toca a tu compañero y tienes que aguantarle en la tele descorchando una botella de champán mientras maldices tu (mala) suerte.
- Encontrarte con la familia para celebrar la navidad en paz y amor y recordar aquello de “¿Qué tal las vacaciones? ¿Bien o en familia?”.
- Encontrarte con la familia política para, también, celebrar la navidad en paz y amor y recordar aquello de “Familia de mi mujer, parientes de mis cojones”.