Si están en el cuarto intento y ven que no van a conseguir avanzar las diez yardas, patean el balón lo más lejos posible, para que el otro equipo empiece su ataque (también los cuatro intentos para avanzar las diez yardas) lo más alejado de la línea de gol.
Otras cosas que sé del fútbol americano gracias al cine es que el quaterback (que es el que lanza los pases) suele ser rubio, con ojos azules y cuadrado. Vamos el más guapo del equipo. Y es el que sale con la más buenorra de las animadoras aunque "dispara" a todo lo que se mueve. Los running (que como su propio nombre dice) son los que corren para hacer el touchdown y suelen ser negros y (lógicamente) muy rápidos. Luego están los defensas que suelen ser unos negros o blancos de dos por dos más brutos que un bocadillo de chapas.
Como veis, mi cultura sobre este deporte es más bien escasa. Lo poco que sé se lo debo a películas del tipo "Un domingo cualquiera", "Los rompehuesos" (la original de Burt Reynolds) y sobre todo a "Ace Ventura" con la aparición estelar de Dan Marino y uno de los finales de película más apoteósico (a lo "Juego de lágrimas").
Pues bien, y todo esto ¿a qué viene? os estaréis preguntando. Pues a que a veces me siento como uno de esos defensores que corren al lado del quaterback que intenta hacer un touchdown protegiéndole de los que le quieren placar. Y ¿cuándo te sientes así? volveréis a preguntaros. Pues cuando bajo a la calle o paseamos por el parque o un centro comercial con la peque bebé.
En entradas pasadas ya os hablé de lo "estresante" que supuso cuando empezó a gatear y al dar los primeros pasos. Pero es que ahora, a sus ya dos años sigue con la "peor" característica de esta época, no tiene miedo a nada. Empieza a andar y le da igual todo. No se fija en si hay piedras, cacas, agujeros en el camino. Es como en esas películas en la que dos coches van uno frente a otro esperando a que uno de los dos se aparte. Ella anda y espera que el de enfrente se aparte. Ya sea un adulto, un perro u otro peque bebé.
Pero claro, no siempre el adulto le ve y se aparta. O el perro, como sea un cachorro de su altura no se va a apartar, todo lo contrario. La ve como un juego e intenta ponerse de pie encima suya. Y si es con otro peque bebé con el que se cruza, que tenga las mismas ideas que ella, lo más normal es que se acaben chocando.
Pero no, para que eso no pase está el papá "guard" (creo que se llama así a los que "protegen" al quaterback) que es el que va al lado de la quaterbebé poniéndose delante del cigarrillo encendido que lleva el adulto que no ha visto a la peque. O el que le coge justo antes de que el perro se ponga a dos patas encima de ella. O el que choca con el otro papá "guard" que está protegiendo a la otra quaterbebé.
Pero claro, al parque no suelo bajar solo con ella. Me llevo a las hermanas. Y si es de esos días en los que bajamos solos los cuatro porque mi Santa tiene que currar aquello puede convertirse en un infierno. Con mis dos ojos tengo que estar pendiente de las tres. En principio me quedo con la bebé y las otras dos juegan juntas así que no hay mucho problema. Hasta que las dos mayores se ponen a correr y tengo que estar como un guardaespaldas del presidente, mirando para todos los lados, escudriñando que no haya un peligro especial para ellas. Y de repente, la peque bebé decide que quiere irse y empieza a andar. Tú le dices que no se vaya y esperas medio tranquilo medio expectante a que se de la vuelta. Pero, como decía al principio, no tiene miedo ni sabe lo que es perderse. Así que sigue andando.
Así que les dices a las otras que se preparen para irnos y sales a por la otra. Pero ella ve que estás corriendo y se cree que es un juego. Y se pone a correr, riendo y mirando para atrás. Vamos, que tiene un cien por cien de posibilidades de caerse. Pero no, el quaterbebé vuelve a salvarle en el último momento gracias a que la coge justo antes de que se tropiece con un escalón. Y tú que tienes el corazón en la boca solo oyes su risa. Y piensas en que cuando eras pequeño no era tan estresante bajar al parque...por lo menos para ti.
Tiene uno que tener como 50 ojos, 20 brazos, 20 piernas, la velocidad de Flash, la fuerza de Supermán, el ingenio de Batman, las redes protectoras de Spiderman y ni así salen ilesos los chamacos en los parques :(
ResponderEliminarAunque tengamos todas esas "armas" yo siempre confío como último recurso en el ángel de la guarda.
EliminarMuchas veces pienso que pasan menos cosas de las que deberían pasar teniendo en cuenta que cada niño corre en el parque sin mirar si viene otro por delante o por el lado. Es más, la gran mayoría corre mirando hacia atrás. Y justo cuando piensas que se van a chocar, uno de los dos, cambia de dirección y se salvan.
Eso sí, hay veces que estos "ángeles de la guarda" están tan saturados que se despistan y el golpe es inevitable.
Gracias por comentar.
¡Muy bueno! Muy ameno y gracioso... lo he compartido en el resumen semanal de Bebés y más:
ResponderEliminarhttp://www.bebesymas.com/bebes-y-mas/blogs-de-mamas-y-papas-ccxxxvi
Un saludo!
Muchas gracias. Es un honor aparecer en vuestro resumen. Y sobre todo, que os haya gustado.
ResponderEliminar¡¡Hola!!
ResponderEliminarTe he dejado un LIEBSTER AWARD en el blog, por si te apetece pasarte y echarle un ojo...
No sé esto de los premios si te va o si te viene, pero bueno... Simplemente igual así te voy conociendo un poquillo más.
¡Un saludooo...!
http://yyoconestasbarbas.wordpress.com/2014/06/26/premio-liebster-o-la-entrevista-que-no-tenia-fin/
Que ilusión. Me paso por tu blog y lo veo.
Eliminar¡¡Muchas gracias!!.