viernes, 13 de diciembre de 2013

NAVIDAD: DÍA TRECE. SANTA LUCÍA

Esta semana no está siendo muy productiva en mi mundo "blogger", pero hoy aprovechando el día que es, voy a escribir uno de esos post que yo llamo de "culturilla".
Como todos sabéis hoy es trece de diciembre y eso implica que hoy es Santa Lucía, la patrona de los ciegos. ¿Y como llegó Lucía a ser santa y posteriormente patrona de los ciegos? (Pues la verdad que muy parecido a como Santa Cecilia llegó a ser la patrona de los músicos que os conté aquí).

Según cuenta la historia (o la leyenda) Lucía nació en Siracusa, una provincia de Sicilia (como Sofía Petrillo) y fue educada en la fe cristiana. Ella hizo voto de virginidad, pero su madre, viuda y enferma, la comprometió con un joven pagano. Lucía le dijo a su madre que rompiera el compromiso. Para ello la convenció para que fuera a rezar a la tumba de Agueda de Catania. La madre se curó de su enfermedad (no necesitaban seguridad social) y donó su fortuna a los más pobres y rompió el compromiso.

Pero claro, al pretendiente de Lucía esto no le gustó ni un pelo y acuso a esta de cristiana (que ya sabemos que en aquella época eso era muy malo). El procónsul (veo que lo que haya cargos variopintos viene de lejos) de la época mandó sacrificar a Lucía, pero esta echó una parrafada terrible que indigno tanto al procónsul que antes de sacrificarla la condenó a ir a un lupanar (que no era el hombres, mujeres y viceversa de la época). Pero cuando los soldados intentaron llevársela, no podían moverla, era como si estuviera pegada al suelo. Era como si se hubiese convertido en estatua (parece que fue la pionera en los hombres estatuas que pueblan el centro de las grandes ciudades en busca de monedas).

El procónsul se indigno mucho más y grito "¡¡BRUJERÍA!!" y fue llevada a la hoguera (parece ser que a un lupanar no, pero a una hoguera sí la pudieron llevar). Pero el fuego no la quemó y (si amigos) el procónsul se indignó mucho más todavía (no sé cual sería su límite) y mandó que le arrancaran los ojos. Pero Lucía (que estaba muy pesada) a pesar de no tener ojos siguió viendo (esto ya me está empezando a indignar a mi también) así que como último recurso gritó aquello (que luego le copió la reina de corazones) de "que le corten la cabeza".

Así que el 13 de diciembre, acabó el martirio de Lucía, que antes de que le cortaran la cabeza soltó otro speech diciendo (hubiese estado bien que hubiera dicho "el mineralismo va a llegar") que la persecución a los cristianos iba a terminar y que la paz para la Iglesia era inminente.

Como "siguió viendo" a pesar de que le arrancaran los ojos fue nombrada la patrona de los ciegos.

Y que mejor que terminar este post con esa gran canción del cantante antes conocido como Mike Rivers:





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