lunes, 2 de diciembre de 2013

NAVIDAD: DÍA DOS. HE VISTO CACAS...

Hoy la cosa ha estado tranquila (por lo menos para la decoración navideña). Seguimos sin tener bajas. Eso sí, la peque bebé ha seguido con su idea de quitar las bolas de más abajo del árbol y comprobar su resistencia a los golpes.


Nos hemos planteado no dejar ninguna a su altura, pero hemos pensado que en ese caso, lo mismo le daba por intentar arrancar alguna rama y acabaría por tirarse el árbol encima y sería peor el remedio que la enfermedad.

También ayuda a la tranquilidad de los adornos (a veces me los imagino como en Toy Story cuando los llevan a la guardería y son arrasados por la jauría de bebés) que la peque bebé está con mocos y tiene pocas ganas de juerga. Está tan mal que tiene esa época en la que hace unas cacas que harían vomitar a la cabra de la legión. Le he quitado una que casi le llegaba a la nuca, ha sido horrible.

Seguro que a todos nos ha pasado. Cambias la caca pero el olor sigue ahí. Piensas que te has debido manchar la mano porque no dejas de olerlo. Y por mucho que te las laves, ahí sigue. 

Al cambiar pañales, "he visto cacas que vosotros no creeríais. Olores de ataques en llamas más allá del body y de los leotardos. He visto hedores brillar en la oscuridad cerca de la puerta del baño. Todos esos olores se perderán...en mi nariz...como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir...de peste".

Y bueno, termino que ya es hora. Os dejo con otra parte de la decoración. Este es uno de los árboles de Navidad que hicieron las mayores el año pasado en el primer BAF. Muy chulo, ¿verdad?




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