miércoles, 4 de diciembre de 2013

NAVIDAD: DÍA CUATRO. CONVERSACIONES CON LAS PEQUES

Como diría Julio Iglesias, la vida sigue igual. No hemos experimentado grandes cambios. La peque bebé sigue con sus mocos y la pobre, por momentos, no se aguanta ni ella.


Eso sí, mientras escribo esto, ha decidido que no tenía sueño y ha empezado a lanzar los tetes y ha llamarnos empezando con un "mamá" muy bajito hasta llegar a un "MAMÁ" que seguro que han oído los del último piso. 

Así qué mientras tengo de fondo a Rocky luchando contra Ivan Drago y a la peque bebé con sus conversaciones dignas del banco Sabadell intento escribir en este humilde blog. No sé sí os pasa a vosotros, pero cuando tienes un bebé en casa, ver algo en la tele es imposible. O por lo menos, enterarte. Justo en ese momento que están dando en el telediario una noticia que te interesa, o cuando Colombo va a demostrar quien es el asesino, incluso cuando Maria Teresa Campos está haciendo uno de sus monólogos, los bebés aprietan su osito que empieza a cantar, o se les ocurre algo y empiezan ellos con sus propios monólogos con su lengua de trapo. Y ya no sabes si el monólogo lo estaba haciendo Colombo, María Teresa Campos era la asesina y era noticia en el telediario.

Hoy ha sido un día largo y duro. He salido tarde de trabajar y cuando he llegado a casa y les he preguntado a las peques que tal su día, la peque bebé me ha dicho algo así como "blamapapamamabla blamamamapapapayaya caca" que después de dieciocho meses, todavía no he pillado su idioma.

La peque mediana me ha contado que cuando estaban en gimnasia, perdón, ahora es educación física (tengo un amigo profesor que se indigna si dices gimnasia) un compañero ha empezado a quejarse y cuando le ha ido a mirar la profesora estaba sangrando por la cabeza (que tal y como ven a veces la realidad los niños lo mismo era sólo un arañazo). Le han llevado a la enfermería y de ahí a su casa, no sabemos como habrá acabado la historia.

Y la peque mayor, para rematar, nos ha contado que a un compañero suyo se le ha subido uno en la espalda y como no se lo esperaba se ha caído con tan mala suerte que se ha roto uno de los paletos. Vamos que me he sentido como sí estuviéramos en la versión moderna de "el caso". Ha sido un poco como "dejo a las peques en el cole pensando que estarán seguras y pueden volver sin dientes o con la cabeza abierta". Vale, lo mejor es no pensar en ello.

Hoy toca enseñaros un adorno más. Un muñequito traído de la tienda m&m's de New York.




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