QUE LOS 40 TE ACOMPAÑEN

Como dije en mi anterior post "¿qué se le regala a alguien que lo tiene todo?". Pues eso mismo pensó mi Santa y decidió tirarse por el lado sentimental.

La tarde-noche anterior a mi cumple me llevó al teatro Calderón a ver el espectáculo de "El Mago Pop" (espectáculo que se merece un post monográfico, pero solo diré que fue espectacular) y después a disfrutar de una cena tranquila con alguno de nuestros mejores amigos. Todo muy tranquilo, muy bonito y sobre todo, muy emocionante.

Pero lo mejor estaba al llegar a casa. Las peques, a las que les hubiera encantado "el Mago Pop", se "sacrificaron" y se quedaron en casa con los abuelos y se dedicaron a decorar las paredes del salón con algunas de las fotos más significativas de estos cuarenta años que me contemplan.

Había más de una de pequeño que ni recordaba. Las fotos con mi padre y mi abuela fueron especialmente emocionantes al no estar ya con nosotros. Fotos con primos o amigos que alguna vez fueron importantes pero que las circunstancias de la vida han hecho que nos separemos. Fotos en las que tengo expresiones que se parecen mucho a las que a veces ponen mis peques (por regla general siempre me han parecido físicamente más "iguales" a mi Santa que a mi).

Por si no fuera suficientemente bonito el hecho de las fotos, estas estaban intercaladas con frases míticas de películas. Desde el "Solo puede quedar uno" de Los Inmortales, pasando por las reglas de Los Gremlins, el discurso final del replicante de Blade Runner o terminando con el dialogo del principio de Top Secret sobre el "zorullo de coña" que tanta gracia les hizo a mis peques cuando lo colgaron.

Para la fiesta de cumpleaños en sí, en principio solo iba a venir mi familia, pero otra de las sorpresas fue que se incorporaron escalonadamente también mi familia política y varios de mis amigos y sus familias. Lo que iba a ser algo tranquilo se convirtió en una gran fiesta llena de sorpresas. Por ejemplo, mis compañeros y amigos del trabajo grabaron un par de vídeos muy emotivos, otros amigos que no pudieron venir, escribieron o se grabaron recordando alguna anécdota pasada que recordaran de nuestra amistad.

Con el inminente estreno del Episodio VII, mi Santa quiso hacer una especie de fiesta temática sobre Star Wars, así que los niños vinieron disfrazados, los adultos con la cara pintada. Mis sobrinos y mis peques grabaron un par de escenas de El Imperio Contraataca que perfectamente George Lucas podría meter como extra en alguna de las ediciones especiales que seguirá sacando hasta el fin de sus días. Mis sobrinas mayores tuvieron también su momento emotivo con un vídeo de esos que te llegan al corazón.

No faltó ningún detalle. Las tartas (sí, en plural, porque con todos los que éramos, preparó tres) que hizo mi Santa fueron de escándalo. Con el fondant (y la ayuda de una amiga) moldearon una claqueta, una cassette y por supuesto, un súper 40 rojiblanco. Incluso montó una presentación en plan "esta es tu vida" con las fotos que estaban en las paredes y muchas más que tenía guardadas con sorpresas incluidas como fotos que mandaron nuestros amigos con el 40 presente.

Casi todos los regalos "materiales" también giraron alrededor de Star Wars, en forma de camisetas, zapatillas y pijamas. Llegando el punto culminante cuando las peques me dieron un sobre con DOS ENTRADAS PARA EL ESTRENO DEL EPISODIO VII A LAS 00:05 DEL VIERNES 18 (una razón más para amar a mi Santa hasta el fin de los días). Sí queridos amigos, seré uno de los primeros en verla, pero tranquilos que no contaré nada.

Como fin de fiesta, usamos las paredes llenas de fotos a modo de photocall para hacerme una foto con cada uno de los invitados. En resumen, contestando a la pregunta del principio del post, a alguien que lo tiene todo, se le tiene que regalar emociones, pasión, amor, situaciones que nunca olvide y de todo eso, recibí en mi cuarenta cumpleaños.