jueves, 10 de septiembre de 2015

NO VOY A LLORAR, PAPÁ

"No voy a llorar, papá, no voy a llorar"...Y al final, sí lloró.

Hay varias noches al año que me cuesta más dormirme. Por ejemplo, la noche de Reyes. De niño no me ponía nervioso y me dormía rápido. Es más, al final, tenían que venir a despertarme y decirme que ya habían llegado los RRMM. Ahora de mayor, esa noche está llena de nervios. Primero, porque estás deseando que las peques se duerman. Segundo, porque tienes miedo a que se despierten con algún ruido de los pajes al dejar los regalos. Y tercero, porque esperas que los regalos les hagan la mitad de ilusión que a ti encargarlos a los magos de Oriente.

También hay noches sueltas que me cuesta dormir. Ya sea porque al día siguiente vaya a ser un día duro de trabajo o lo haya sido ese día, o porque hay algún problema familiar que hace que estés en la cama viendo como pasan las horas. O ese día que te lo has pasado tan bien que la euforia no te permite dormir rápido.

Y claro, están los días como los que estamos viviendo esta semana. Los primeros días de cole. Este año ha empezado la peque bebé infantil. El año pasado estuvo yendo a la guardería por la mañana, pero eso no ha hecho que no llore estos días.

Llevamos todo el verano hablando de ello. Que si va a ir a un cole de mayores. Que si va al cole de las hermanas. Que si le va a tocar la misma profe que tuvieron ellas. Que si probarle el uniforme y el baby nuevo. Y así hemos ido intentando mentalizarle para el primer día.

Pero como nos temíamos, no ha servido de mucho. El primer día iba muy bien hasta que llegamos a la puerta y se puso a llorar. El segundo iba con la cantinela que da título al post y al final, al llegar a la puerta de clase lloro más que el día anterior.

Sabemos que el llanto no dura mucho. Que en cuanto se cierra la puerta de clase, se tranquiliza y se pone a jugar. Pero no podemos evitar irnos con una congoja brutal. El año pasado en la guardería le pasó lo mismo. Se quedaba llorando. Era reconocer la calle donde estaba la guardería y ponerse a hacer pucheros.

Por suerte (o por desgracia) la que lo sufre es mi Santa. Ella (por ahora) tiene un horario más flexible y les deja en el cole. Yo me cojo de vacaciones los primeros días. Hoy he vuelto al trabajo y me ha llamado por teléfono y me ha dicho con voz triste que quería que la llevara yo a la guarde. Es de esos momentos en los que se te encoge el corazón. Y así he estado hasta que me ha vuelto a llamar para decirme con voz más animada, que ha jugado mucho y que se lo ha pasado bien. Ahora estoy más tranquilo...hasta que mañana vuelva a dar la hora de entrada.

NOTA: cualquier parecido de la foto que acompaña a este post con la vida real es pura coincidencia. Desde Los Ángeles de Papi confesamos que echamos mucho de menos a nuestros peques.


6 comentarios:

  1. Pues yo sin tapujos....me ha faltado poco para saltar así cuando la he dejado!!!
    La verdad es que yo he tenido suerte en este tema, porque la mía no ha derramado ni una lágrima, joe, bien mirado parece que hemos deseado separarnos la una de la otra siempre XD pero recuerdo que el primer día de guarde, que yo no la pude llevar, lo pasé fatal.
    Eso si, he visto mamás angustiadas cuyos peques lloraban sin parar durante semanas, y después de semana santa o de navidades....igual, eso si que es un tormento.
    Espero que se le pase pronto.....un beso

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    1. No eres la primera que me dice lo del salto, jejejeje. Aún así, estoy seguro que la echas de menos un montón.

      Esta semana todavía no ha llorado, entre otras cosas porque no ha ido. Se ha puesto mala así que empezamos de cero con la "adaptación".

      Gracias por pasarte y comentar...

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  2. Buenas, decirte que hoy hemos hablado de esta entrada en el repaso de blogs semanal de Bebés y más:

    http://www.bebesymas.com/bebes-y-mas/blogs-de-papas-y-mamas-el-sentimiento-de-culpabilidad-de-las-madres-padres-que-se-acostumbran-al-colecho-y-mas

    Un saludo!

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    1. Síííííííííííííííí!!!!!! Lo acabo de leer, muchas gracias...

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  3. Ains...sintiendo estoy cuando nos toque a nosotros el año que viene.. No se cómo le sentará, está acostumbrado a estar únicamente conmigo todo el día y aunque últimamente está en modo rebelde y no me quiere ni en pintura cuando está papá, no se queda tranquilo ni con los abuelos en el salón mientras voy al baño. Así que tengo un año para mentalizarme, mentalizarle a él y desear que todo salga bien. Igual y me sorprende, pero vamos a ver cómo se lo toma.

    Que bueno volver a leerte! Mucho ánimo en esta nueva etapa, para la peque y para los papás! :D

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    1. Pues a lo mejor te sorprende y se adapta desde el primer día. Quién sabe. Ojalá, porque te vas con una pena dejándole así.

      Lo mismo digo con lo de leerte, nos asustaste con lo de que dejabas este mundo bloguero. Cada vez se hace más complicado encontrar tiempo para sentarte y escribir...

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