jueves, 5 de diciembre de 2013

NAVIDAD: DÍA CINCO. FIESTA DE CUMPLEAÑOS

No sé si será leyenda urbana o que, pero siempre he oído que en Google dan como día de vacaciones a sus trabajadores el día de su cumpleaños. Y como yo no trabajo en Google, para no trabajar en mi cumpleaños, me lo he tenido que coger de mis días de vacaciones.

Así que hoy, en nuestro quinto día de Navidad, no he trabajado (o por lo menos, no he ido a trabajar porque a pesar de todo "he trabajado" en casa).

Lo ideal hubiera sido no despertarse con despertador, desperezarse en la cama, desayunar con tranquilidad mientras leía el periódico, ducharse tranquilamente, dar un paseo justo hoy que hacía buena mañana...en fin, pasar un día sin horas, sin agobios, sin prisas etc.

Pero no ha sido así (del todo). Hoy al quedarme en casa, hemos dado "el día libre" a la abuela, que es quien cuida a la peque bebé normalmente.

Como ya sabéis, ayer se durmió más tarde de lo normal, así que yo tenía la esperanza de que hoy se levantará tarde, pero no. A las 8:30, ya estaba en pie. La he intentado dormir conmigo en la cama pero no. Llamaba a su mamá y a sus tatas pensando que también estarían por la casa. Así que nos hemos levantado para enseñarle que estábamos solos.

El desayuno tampoco ha sido relajado. No ha habido periódico que leer. He puesto la tele y había unos dibujos de una perra que hablaba. Lo mejor era la causa por la que tenía el don de hablar. Por lo visto se comió una sopa de letras, y parte de esas letras se fueron a su cerebro haciéndola hablar (What the fuck?).

Luego dado que teníamos por la noche, la primera celebración de mi cumpleaños, me he puesto a recoger un poco y claro, tu abres el lavaplatos y la peque bebé lo cierra. O empiezas a colocar la funda del sillón y mientras tiras por un lado hacia arriba, ella tira del contrario hacia abajo. O mientras haces la cama, ella usa las almohadas como colchonetas y salta sobre ellas.

Por no hablar de la ducha. Una cosa que nadie te cuenta cuando tienes un hijo es que los baños no volverán a ser como antes. Porque claro, ¿qué haces?, ¿te metes y la dejas por ahí danzando para que te líe alguna? Así que la he sentado en el carro y me he bañado lo más rápido posible.

Así que de todas las expectativas que tenía para pasar una buena mañana de relax y tranquilidad no se han cumplido ninguna.
Pero bueno dentro de todo, he pasado una mañana entera con la peque bebé, que nos ha venido bien a los dos.

También cogerme el día de vacaciones me ha servido para poder ir al cole a recoger a las dos peques mayores que normalmente sólo lo puedo hacer los viernes y hemos pasado la tarde juntos los cinco, esta vez, sin agobios.

Os dejo con la tarta que me ha hecho mi Santa. Sabía mejor incluso que la pinta que tiene.


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