jueves, 5 de septiembre de 2013

ROCÍO, ESO NO...

Si hubiera una herramienta que midiese las palabras que más se están usando en las casas (a modo del trending topic de Twitter) en la mía sería las que dan título a este post. Y es que la peque bebé (como todos los bebés que empiezan a andar) si ya era un peligro cuando empezó a gatear, ahora que ya anda es un auténtico torbellino.


Y no me malinterpretéis, a mi se me caía la baba cuando empezó a dar sus primeros pasos primero agarrada a mis dos manos, luego solo a una, después agarrada a un solo dedo para al final hacerlo ella sola.  Y claro, estos primeros pasos son como los de aquel chiste del niño que empezaba a montar solo en bici y decía:


- Mira mamá...sin una mano. 
- Mira mamá...sin las dos manos.

- Mida, mamá,  zin dientez.


Para ella todo es un juego para descubrir cosas nuevas y para nosotros todo es miedo a que se de algún golpe. Porque lo que para ella son dos ojitos que la miran y quiere tocar, para nosotros es un enchufe que la puede dar una "descarga mortal". O lo que para ella es una puerta que le abre un mundo lleno de cosas con las que poder jugar a tirar, para nosotros es un mundo lleno de botes de cristal que se pueden romper y dejarle el cuerpo lleno de "estigmas". Lo que para ella es una montaña que escalar, para nosotros es un sillón del que se puede caer y abrirse la cabeza (justo ahora que ya está cerrada la fontanela). Lo que para ella es conducir su propio cochecito, para nosotros es la manera de que muera aplastada "bajo un amasijo de hierros".

(Mientras escribo esto tumbado apaciblemente en la cama con ella al lado, he perdido varios años de vida porque le ha dado por ponerse de pie y andar sobre la cama hacia el filo, y yo pensando que no llegaba a cogerla. Os puedo asegurar que cuando hace diez años, todavía no era papá tenía un pelo castaño precioso y ahora, tres hijas después podría protagonizar el "antes" del anuncio de Men Grecian 2000) .

Luego está ese mueble tan chulo que te compraste para poder tener todos tus aparatos tecnológicos bien ordenados (Dvds, consolas, cadena de música etc) o esa mesa de comedor que ahora se han convertido en un imán que atrae la cabecita a sus "afilados" picos.

En la calle es un espíritu libre. Ya no quiere ni una mano, ni tan siquiera un dedo para agarrarse. Es más, cuando intentas darle la mano porque de frente viene el típico fumador con el cigarrillo encendido a su altura, ella se indigna y mueve las manos en plan (como aquella película de Manolo Summers) "que no me agarres, que me sueltes". Incluso cuando ve un perro (en esto no se parece en nada a sus hermanas que huyen despavoridas cuando ven a un can sea del tamaño que sea) se lanza a por él y es el perro el que huye despavorido.

Y que me decís de esa fase II que es cuando descubre los escalones. Es verlos y querer subirlos y bajarlos... y volver a subirlos y bajarlos... y así hasta el infinito y más allá (o hasta que te de un ataque de ciática). Y ya no hay un Dios que la convenza de subirlos en brazos, ella quiere demostrar que puede hacerlo sin "casi" ayuda.

Y así estamos casi dos meses después de sus primeros pasos. Corriendo detrás de ella porque se quiere lanzar a la piscina o quiere llegar a la orilla del mar y "saltar" las olas y gritando "¡¡¡ROCÍO, ESO NO!!!"


2 comentarios:

  1. Me ha encantado, nosotros tenemos un peque de 3 meses y como buenos padres primerizos, hemos descubierto todo un mundo diferente. Jajajaja, ambos decimo que si no buscamos el segundo rápido nos vamos a enfriar y luego nos quedamos sin más hijos…..

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    1. No te preocupes, siempre hay tiempo para el segundo... y el tercero, jajaja. Además, aunque creas que con el primero ya lo has visto todo, con el segundo verás cosas nuevas. A mi no dejan de sorprenderme.

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