lunes, 23 de septiembre de 2013

LACTANCIA PATERNA

Dos cosas para empezar. No, no se me ha ido el dedo y en vez de una "M" he puesto una "P". Está puesto con toda la intención. Y dos, no, no voy a hablar del personaje de Robert De Niro en "Los padres de ella" cuando se ponía un corsé con tetas postizas para dar de mamar.


Llevaba tiempo queriendo escribir este post y, repasando los de la segunda semana del reto Iron Blogger me gustó mucho este de entrepapás que hablaba sobre la implicación que deberíamos tener los papás con nuestros hijos, sobre todo los primeros años de su vida.

Parto de la base que la unión que posee una madre con sus hijos es una de las cosas más fuertes del mundo. Ese lazo invisible, pero que está ahí, a mi me fascina. Una de las muchas imágenes que tengo guardadas (y espero no olvidarla nunca) de mis peques cuando eran bebés, es ver a mi peque mayor tomando el pecho, agarrada con su manita al dedo de mi Santa y las dos compartiendo una mirada profundísima. Sin hablarse se estaban diciendo todo. Esa mirada estaba llena de amor, de tranquilidad, de paz, de seguridad etc. (Por lo menos eso me transmitía a mi).

Por eso, para mi, el momento de la "lactancia paterna" (por supuesto hablo del momento biberón) es muy especial. En el fondo es un choque de sentimientos porque está la "tristeza" de mi Santa porque suele coincidir con su vuelta al trabajo, tomas más espaciadas y claro, retirada de la leche. Y mi "alegría" por tenerla en mis brazos, contarle (o cantarle) mis cosas, notar como me mira, como se le van cerrando los ojitos, como se queda dormida con su cara de ángel. (¿Hay algo que transmita más paz que ver a un bebé dormir?).

Los primeros momentos de esta "lactancia paterna" también tiene su lado estresante, porque claro, la bebé está acostumbrada a la teta y cuando nota la tetina del biberón te dice que te lo tomes tú, que esa textura y ese sabor no son a lo que ella está acostumbrada (no me extraña). Y ahí estás tú, padre primerizo (algún día tendré que recopilar las situaciones absurdas que te pasan cuando eres primerizo y que ahora, con perspectiva te das cuenta de lo tonto que eras) pensando que si se salta la toma se puede deshidratar y recuerdas algo que alguien te dijo que no podían pasar más de tres horas entre toma y toma, y piensas en que le puede pasar algo.

Al final, la naturaleza sigue su curso. La bebé cuando se da cuenta que su protesta no le va a llevar a ningún sitio y que el "bibe" no es tan malo como parecía, se lo toma y, aquí paz y después, gloria.

Y es que, como bien decía entrepapás, es necesario y bueno, tanto para los bebés como para los papás estar implicado desde el primer minuto (incluso desde antes del nacimiento) en la vida de nuestros bebés. Un conocido nos llegó a decir que los primeros años de sus hijos él los veía como una especie de mili. Unos años que era obligatorio pasar y que quería que pasasen lo más rápidamente posible. Y es todo lo contrario, ver como va avanzando poquito a poquito (como diría el Rey) te llena de orgullo y satisfacción.
Esa primera vez que parece que te sigue con la mirada, o esa primera "parrafada gutural" que se pega, ese momento que está bocabajo e intenta subir su cabecita, su primera risa...y miles de momentos más. (Incluso esa primera vez que hace pis encima tuya cuando la vas a meter en la bañera y te paras a hacerle pedorretas en la tripota). Todos son momentos mágicos, únicos e irrepetibles que por supuesto, yo no veo como una mili si no que es algo que me hace crecer (paradójicamente a mi) como persona.








Robert DeNiro en Los padres de ella

6 comentarios:

  1. jajaja menuda imagen la de De Niro jijiji
    La verdad es que ha sido un post muy muy tierno....ver la perspectiva de estas cosas bajo el prisma de un papá es muy positiva para nosotras. A mi me gustaría que contaras todas esas cosas que dices que ahora con el tiempo ves de otra manera que cuando eras primerizo (yo soy primeriza jeje).
    Un beso!!!

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    1. Lo malo de la foto de De Niro, es que llegan a este post buscando en google "tetas postizas para bebé" (espero que desde el buen sentido).

      La verdad es que con el segundo, y sobre todo con el tercero, todo se relativiza mucho más. Parece una incongruencia porque el agobio no te lo quita nadie, pero mucho más tranquilo.

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  2. Hola. Conmovedor artículo. Aquí el enlace a uno interesante: http://abcmcguadiana.blogspot.com/2012/02/lactancia-paterna.html

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    1. Tienes razón con lo de interesante. Lo del murciélago macho ese me ha dejado alucinado.

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  3. A mi me encanta ver a padres que de verdad están comprometidos con la crianza de los hijos, el trabajo en equipo lo hace todo mucho más fácil y bonito. Me encanta poder leer las historias desde el otro lado y que haya padres que pongan en palabras todos esos sentimientos y emociones que viven durante una etapa tan bella :)

    Eso sí, mejor el bibe jajajaja que lo de la teta postiza... da un poco de yuyu jajajaja

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    1. Bueno, mi Santa nunca me hubiera dejado ponerme una teta postiza, aunque no sé muy bien porque 😉.

      Lo que es cierto es que yo no concibo no estar desde el primer minuto presente en la vida de mis peques. La paternidad es muy dura pero sobre todo, muy bonita.

      Muchas gracias por pasarte, leerme y comentar.

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