domingo, 29 de septiembre de 2013

DUÉRMETE NIÑO

Cuando nos quedamos embarazados por primera vez (me gusta pluralizar entre otras cosas porque el embarazo es cosa de dos y encima engorde al mismo ritmo que mi Santa. Lo malo es que, al contrario que a ella,  mis kilos de más no se me han ido), un conocido nos regaló el libro del Dr. Estivill "Duérmete niño". Es el mismo conocido que nos comentó que para él, los primeros años de vida de sus hijos se los tomó como una mili.


Tengo que confesaros que no nos leímos el libro. Este conocido nos hizo el resumen y, bueno, ahí quedó la cosa. Tuvimos a nuestra peque mayor y la acostumbramos a una rutina (que hemos seguido con las otras dos) que por regla general nos ha ido muy bien.

Desde que nos regalaron el libro hasta hoy, hemos oído de todo acerca del Dr.Estivill. Desde gente que usó su método y le fue bien, a otros que poco más y le declaran el enemigo público número uno. Y aprovechando la última semana del reto Iron Blogger quiero contaros mi visión sobre este hombre.

Como os he dicho no me leí el libro, ni siquiera sabía como era este hombre físicamente. Recuerdo que al principio de las nuevas teles privadas, el canal cuatroº lanzó un programa que, si no recuerdo mal, se llamaba "El Especialista". En él, los presentadores iban por la calle e iban preguntando a la gente si tenían algún sueño que quisieran que se hiciese realidad o algún problema en el que pudieran ayudarles, etc.

Pues una de las que le preguntaron dijo que quería dormir una noche entera de seguido. El presentador le preguntó que porque no podía dormir y la mujer le contó que desde que tuvo a su hijo (no recuerdo la edad, pero tendría unos dos años) no había podido dormir ni una noche entera.
Para que su hijo se durmiera, tenía que acostarse con él en la cama y darle la mano y aguantar así hasta que se durmiera. Y luego, claro, levantarse y procurar que no se despertara porque si no, todo volvía a empezar. Así que la única ilusión que tenía era poder dormir una noche ella sola, en su cama.

El presentador le dijo que él era "el especialista" y que lo iba a conseguir. La siguiente escena fue el presentador en el despacho del Dr.Estivill contándole el problema de la mujer y preguntándole si podía ayudarla. Y claro el doctor dijo que sí (si hubiera dicho que no, sería como aquel vidente al que llaman a su puerta y pregunta ¿quien es?, y el que llama dice "pues vaya mierda de adivino". En este caso sería "vaya mierda de método").

Lo primero que me llamo la atención fue que el doctor no tenía ni cuernos ni rabo. Después de los muchos comentarios que había leído / oído contra él pensaba que como poco, olería a azufre. (Recuerdo incluso que en "una copia de seguridad de un disco de canciones infantiles que alguien compartió conmigo en Internet", venía un archivo de texto demonizando al doctor y su método).

Lo segundo que me llamó la atención fue lo que dijo. Según él, a la hora de dormir había que seguir una rutina. Que igual que para comer, siempre comemos en el salón o en la cocina, para dormir hay que hacer lo mismo. Porque, no comemos una vez en el salón, otra vez en el baño, otra en la habitación. Lo que hacemos siempre es, sentarnos a la mesa y comer. Y a la hora de dormir, hay que hacer algo parecido, seguir una misma rutina, de horas y de sitio donde dormir. No se puede acostumbrar al bebé a dormir un día en brazos, otro en el cochecito, otro en la cuna, otro en la cama de los padres, etc. Parecía algo coherente y muy lógico. Algo que nosotros también pensábamos, así que no entendíamos el porqué de la mala fama del método.

Luego vino la práctica. El doctor puso en marcha su método. Le dijo a la madre que tenía que dejar a su hijo llorar y que lo que tenía que hacer es ir entrando en la habitación para tranquilizarle incrementado el tiempo en el que dejaba llorar a su hijo. Es decir, entraba, le tranquilizaba y salía de la habitación esperando un minuto. Volvía a entrar, le tranquilizaba y volvía a salir esperando esta vez dos minutos. Y así se iba incrementando el tiempo hasta que el niño se dormía. El programa mostró como al final el niño se quedó dormido.

Yo parto de la base de que hay que intentar quedarse con lo bueno de todos y yo de ese método me quedo con lo de la rutina. A nosotros tener una rutina para acostar a las peques, nos ha servido para conseguir que casi todas las noches desde hace casi diez años (que se dice pronto) hayamos podido acostarlas y que se quedaran dormidas. Por supuesto ha habido noches malas. Unas veces porque, como cualquiera de nosotros, no conseguían dormirse, otras porque estaban malitas y los mocos, la fiebre o la tos les hacía imposible conciliar el sueño. Incluso ha habido noches que no querían simplemente dormirse. Pero en todas esas noches, nunca las hemos dejado llorar hasta que se durmieran. 

Pero también entiendo a la gente que se agarra a cualquier "método" para conseguir que se duerman. Las noches son muy largas cuando "no te dejan dormir" y más si son varias noches seguidas, que te acabas agarrando a lo que sea. Pero aún así, lo de dejar llorar al bebé hasta que se quede dormido me parece un poco inhumano y no lo veo. Yo defiendo siempre con mis amigos primerizos la rutina,  que aunque parezca tener un significado negativo, a la hora de dormir a los bebés es la mejor solución. 

Y, vosotros ¿qué?, sois pro Dr. Estivill o por el contrario, le demonizáis.



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